Zarza la Mayor está recuperando parte de su memoria colectiva. Esta semana han comenzado las excavaciones en la mina la Paloma, donde se estima que hay decenas de cuerpos de vecinos represaliados (al menos 20 de zarceños y varios más de otras poblaciones cercanas) por las tropas franquistas tras el estallido de la Guerra Civil en el verano del 36.
Dos arqueólogos y dos operadores de grúa llevan desde el lunes trabajando diez horas diarias sin descanso. De momento, solo han encontrado basura y restos de animales en la mina 'La Paloma', una de las tres donde podrían encontrarse restos de víctimas del golpe de estado. Son los primeros pasos para localizarlos, identificarlos y exhumarlos.
"Aquí en esta zona hay tres bocas de minas verticales, y venimos a ésta porque es a la que los testimonios nos traen", explica Tito Aguirre, uno de los arqueólogos que trabajan en la zona. Con la experiencia que tienen, aseguran, creen que estarán "en buen estado".
Eso llevan esperando los familiares de las víctimas desde hace 86 años: "Mi abuela se murió sin saber dónde estaba su marido, mi padre se murió sin saber dónde estaba su padre y yo que soy su nieto, voy a intentar conseguirlo", explica visiblemente emocionado Luciano Montero, que perdió a su padre hace apenas tres meses. Lágrimas que también comparte Julio. A su padre lo mataron cuando él tenía seis meses: "Fíjate la pena que pasaría mi madre, conmigo de bebé; para pasar un cacho de pan tenía que pasar del río, con el agua hasta arriba". Y deja de hablar, porque los sollozos ahogan su voz. Juana aún recuerda la crudeza que vivió su abuelo: "Tristemente, los hijos se los llevaron los fascistas a la guerra, y a la vez que ellos estaban en la guerra, en el banco de Franco, el mismo bando estaba asesinando a su padre"
El de hoy es un día más para empezar a saldar la deuda con la España de los vencidos.