Según relatan las entidades que gestionan en Extremadura el programa "Vacaciones en Paz", NUR Saharaui y FEDESAEX, para ser familia de acogida y recibir en el propio hogar a menores de los campos de refugiados saharuis durante dos meses de verano (con el fin de liberarles del calor en los campos de refugiados donde viven, y proporcionarles revisiones médicas), además de una entrevista previa y de ser evaluada como idónea por parte de la Secretaría General de Servicios Sociales, Inclusión, Infancia y Familia, deben firmar antes de su acogida un compromiso de no adopción, incluso aunque el menor tenga que alargar su estancia por motivo de enfermedad.
Durante los dos meses del programa Vacaciones en Paz , la patria potestad de los menores la tiene la delegación del Frente Polisario en esa región. Si se alarga la estancia por motivos de enfermedad, su situación legal deja de ser colectiva y queda manos de Delegación del Gobierno (extranjería) que en cada actualización de los informes médicos, renueva o no el visado que permite la estancia de los menores en suelo español. Cuando los menores reciben el alta clínica regresan a los campos de refugiados con sus familias biológicas. A veces en edades tempranas, en otras ocasiones ya como mayores de edad.
Sin embargo la plataforma "La libertad es su derecho" denuncia que cuando se amplia la estancia de los menores, estos quedan indocumentados. Su portavoz, , Elisa Pavón, indica que se ha normalizado esta mala práctica y pide a las instituciones que hagan protocolos más estrictos para evitarlo. Además acusa al Frente Polisario de hacer negocio con este programa que señala como " el mayor mecanismo de vulneración de derecho humanos del Polisario".
Acusación de secuestros familiares
Por otro lado, "La Libertad es su derecho" señala que han registrado 75 casos de niños, y sobre todo de mujeres jóvenes con residencia en España, algunos de ellos en Extremadura, que en su visita temporal a los campamentos, "son secuestrados por su familia biológica. Elisa Pavón relata que: "en el ultimo día de su visita, se les requisa su pasaporte y quedan indocumentadas y sin poder regresar".
La portavoz relata que las víctimas son sobre todo mujeres jóvenes "son introducidas en coches y llevadas al desierto, donde no tienen escapatoria".
Cuando sucede, este colectivo dice denunciar la situación ante el Gobieno de España "aunque para liberarlas, las mujeres secuestradas deben llegar por sí mismas al consulado español, aunque para ello tengan que recorrer 4.500 kilómetros por el desierto", señala Elisa Pavón, que acusa de los hechos al Frente Polisario, "que necesita gente, y sobre todo mujeres fértiles para su causa".
"La libertad es su derecho" remite al documental sobre ello, "Presas entre dos mundos" , que cuenta con el testimonio de Jadama Brahim. La joven participó en el programa Vacaciones en paz en el año 1999. Una enfermedad hizo que Jadama ampliara largamente su estancia en España. En la pieza audiovisual la joven narra como cuando fue de visita, en principio de una semana, a los campos de refugiados saharauis para encontrarse con su familia, "quedé retenida 5 años y 6 meses". Jadama expresa como en aquel momento su familia estaba feliz de verla pero ella no tanto... "no era mi mundo", señala. "Discutía con mi familia, hasta intenté suicidarme. Jamás me comprendieron. Estaba retenida y salir de allí fue un sueño cumplido".
Las Asociaciones extremeñas a cargo del programa Vacaciones en paz, niegan ser conocedoras de tal situación. No niegan que puedan existir casos puntuales como el de Jadama, pero dicen desconocer que esa sea una práctica común, toda vez, contemplan como chicas jóvenes "van y vuelven de los campos a España sin mayor problema".
Menores de regreso a los campamentos
Por otro lado, "La libertad es su derecho" denuncia que este tipo de situaciones tildadas por el colectivo como "secuestro" afectan también a menores participantes del programa Vacaciones en Paz. De hecho visibiliza el caso de Mohamed Mohamed Lamín, de 9 años, acogido por la familia de Nieves González, extremeña afincada en Cádiz a través de la Asociacion de apoyo al pueblo saharui "La Jaima", de Sanlucar de Barrameda".
Nieves relata que hizo el acogimiento "vía whatasp" y que cuando tras una operación que alargó la estancia del niño, el menor fue de visita acompañado de su tío a los campamentos de refugiados saharauis, en principio por 35 días, no regresó. Acusa de secuestro a la familia biológica del menor.
Las representantes de la Asociación "La Jaima", de Sanlucar de Barrameda niega las acusaciones, y preguntada por ello, declina hacer declaraciones al respecto.
Por su parte, NUR Saharui y FEDESAEX, las Asociaciones extremeñas a cargo del programa Vacaciones en Paz insisten en que las familias biológicas no están obligadas a permitir que sus hijos participen o repitan su presencia en el programa y que no partir de ahí distorsiona el uso de la palabra "secuestro":
"¿Secuestro de quien, de sus propios padres biológicos?" pregunta Juan Eusebio Solís, presidente de la Asociación NUR Saharaui, que añade "no podemos traer niños para dos meses y querer quedártelos toda la vida".
Marisa Sanchez, vicepresidenta de Fedesaex insiste: "tú los acoges, pero no son tus hijos. Tienen una familia que les espera". De hecho si alguien vulnera ese compromiso, "la Federación está obligada a denunciar a la familia de acogida".
FEDESAEX no se descarta emprender acciones legales contra las acusaciones vertidas contra el movimiento solidario y el programa Vacaciones en Paz por parte de la "Libertad es su derecho".
El Frente Polisario, declina hacer declaraciones sobre las acusaciones recibidas.