Tiene 37 años, va a estrenarse como padre y ha sufrido el brutal zarpazo de la covid-19.
A este un joven comercial emeritense el coronavirus ya le ha llevado dos veces al hospital. La primera, en septiembre, 22 días ingresado, seis en UCI y cuatro intubado.
Fue ahí cuando David Ruiz reconoce que temió por su vida. “A los ocho días ingresados me llevaron a la UCI y le pregunté a los médicos si me iba a morir porque estoy esperando un hijo. Temí por mi vida y tardaré en olvidar esos días en Cuidados Intensivos.”
“A los ocho días ingresados me llevaron a la UCI y pregunté si me iba a morir porque estoy esperando un hijo. Temí por mi vida y tardaré en olvidar esos días en Cuidados Intensivos”
Pero su calvario no acabó ahí. Hace diez días tuvo que ingresar de nuevo en el Hospital de Mérida por una neumonía y fuertes dolores en un pulmón que, cree, están relacionados con la covid-19.
Además, infectó a su mujer embarazada. Ahora los dos son negativos y confían en recuperar su vida.
La próxima semana espera recibir el alta y poder volver a su trabajo mientras espera con entusiasmo ver a su primer hijo.