Tiene 95 años y acaba de ser reelegido como juez de paz en La Zarza. Martín Sánchez Trinidad nos ha recibido en su despacho para darnos una lección de vida.
Más de un millar de disputas vecinales apaciguadas y resueltas por este hombre, en casi medio siglo de ejercicio como juez de paz. Con momentos muy duros, los peores a veces en entornos familiares.
"Se llevaban mal los dos cuñados, tuve un acto de conciliación y uno le sacó la navaja al otro. Se la quité, que todavía está en el juzgado la navaja. Hay un bar enfrente del ayuntamiento y me los llevé ahí con copas, hasta que se abrazaron"
Martín compaginó esta labor con su negocio en el sector del vino, tuvo bodega propia y viajó durante décadas como comercial
Y con 95 años, acaba de renovar su carnet de conducir.