Hace 23 años, Alejandro Mancuso se ganó el corazón de la afición del Badajoz gracias a su carácter y talento. Disputó solo 13 partidos oficiales en media temporada, la 98-99, pero su nombre está en el recuerdo de los aficionados del club blanquinegro. 23 años después ha desembarcado en el Badajoz su hijo Gianluca con el objetivo de devolver al club al fútbol profesional. "No pudimos cumplir el sueño de la afición que era el ascenso pero hoy el destino ha querido que mi hijo pueda hacer cumplir ese sueño, voy a ser el aficionado número 1 del equipo", explica Mancuso.
Este viernes Alejandro Mancuso ha visitado en el Nuevo Vivero a su hijo al que ha dado el relevo antes de una temporada que se prevé ilusionante en la capital pacense. Por delante mucho trabajo y un sueño: el del ascenso. El tiempo dirá si Gianluca podrá cumplir el viejo sueño de su padre pero lo único claro es que 23 años el apellido Mancuso volverá a sonar en el Nuevo Vivero de Badajoz.