Esta semana el equipo de Cazadores de Lances acompaña a varios extremeños en la aventura de cazar por primera vez a rececho al esquivo corzo. Y terminamos en Garrovillas de Alconétar con la primera Duel Cup de San Huberto, una prueba piloto donde perros y cazadores muestran sus cualidades de caza en estado puro.

La Duel Cup, son pruebas de perros de muestra, de lo mejorcito que hay en la península ibérica,  con cazadores de elite. Comparada por los participantes, con las del campeonato del mundo de San Huberto. La primera prueba de la Duel Cup, está avalada por la Sociedad Canina de Extremadura con el fin de evaluar si es la prueba tienen la misma acogida de los premios espigas de San Huberto de años anteriores para cazadores de diferentes países. Los participantes de la Duel Cup,  son cazadores federados muy reconocidos, acostumbrados a competir en pruebas clasificatorias por las diferentes autonomías, donde llevan su pasión por la caza hasta el limite de la esclavitud por sus perros, donde no hay un fin de semana que no practiquen la caza de forma segura, precisa, y respetando el entorno, donde esas experiencias, tanto las del cazador como las del perro, la comparten y las viven juntos. Se podría decir que estos cazadores son los gentleman de la caza. 

Dar caza al astuto corzo no es nada fácil. El oído y el olfato son sus sentidos más desarrollados, pero tampoco anda mal de la vista. En cualquier rececho es fundamental ver de dónde viene el aire y llevarlo de cara, es preferible dar un buen rodeo para coger bien el aire que arriesgarse a entrar a un animal echándole aire. Es importante llevar una ropa lo más mimetizada posible, de manera que, en cuanto te pares, pases desapercibido y, también, mover las manos lentamente al levantar los prismáticos o encarar el arma. Hay que andar muy despacio y pararse continuamente para mirar muy bien con los prismáticos, ya que se camuflan perfectamente y, si nos metemos encima de ellos y nos descubren, nos ladrarán y ya no habrá nada que hacer.

Hoy queremos hablarte de la iniciativa de la Asociación Mi Princesa Rett que, junto al actor Dani Rovira, trabaja por dar visibilidad a esta enfermedad. Para ello, harán una ruta en bicicleta desde Mérida a Finisterre. Le acompañamos en la primera etapa. 

Giovanni tiene un 79% de discapacidad y es totalmente dependiente. Su madre Carmen nos dice que a diario debe subir y bajar las escaleras con él cogido, algo que, según pasa el tiempo, le cuesta más. Ella pide una solución y una vivienda adaptada.