Este año se cumple el 10º Aniversario de la declaración de la Semana Santa de Cáceres de Interés Turístico Internacional. El año pasado tocaba la celebración de la Procesión Magna, en la que desfila un paso de cada una de las 17 cofradías de las ciudad. Pero ni pudo celebrarse el año pasado, ni tampoco se podrá procesionar en este. Mientras tanto, más de 10.000 cofrades siguen esperando con ilusión el día que vuelvan a pasear sus pasos, con sus vírgenes, sus cristos, y las imágenes que escenifican la pasión de Jesucristo, por las calles de la Ciudad Monumental.
Este año, si cabe, será un algo mejor que el año pasado porque, al menos, la población no está confinada y podrán asistir a los actos de culto programados dentro de los templos, eso sí, guardando todas las medidas de seguridad necesarias. Se han programado 250 actividades que permitirán al cofrade poder vivir la Semana Santa de otra manera. Nos lo cuenta el presidente de la Unión de Cofradías Penitenciales y Sacramentales de Cáceres, Santos Benitez Floriano, que destaca la belleza de la Semana Santa en Cáceres, por la diversidad y tipología de túnicas; por la antigüedad y la belleza de sus pasos, que no son andaluces ni castellanos, y el entorno de la Ciudad Monumental, donde se celebran la mayoría de las procesiones. Cambiar, según dice, no cambiaría nada de la Semana Santa, aunque…tal vez, sí pediría una mayor implicación de los cofrades durante todo el año porque algunos sólo “aparecen” el Viernes de Dolores y no se le vuelve a ver hasta el año siguiente. Lo mejor de las últimas décadas, la incorporación de la mujer a las cofradías y a los puestos de carga.
Juan Carlos Rodríguez Ibarra fue testigo directo del golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 como diputado por Badajoz. En el informativo "Primera Hora" ha reconocido que temió por su vida. "Si salí vivo de allí es gracias al Rey y por eso le tengo aprecio a Juan Carlos", señala.
Aunque "alguna nube puede a veces tapar el sol", los errores recientes cometidos por el Rey no pueden borrar, a su juicio, su labor a favor de la democracia y especialmente en capítulos históricos como el 23-F.
El ambiente en aquel 23-F era de desencanto generalizado en la población por la crisis social y económica. Una crisis también presente hoy en España. "La extrema derecha sigue teniendo presencia en España, en Europa y en el mundo, y sigue habiendo una izquierda que piensa que por oponerse a la izquierda gobernante son aún más de izquierdas", explica Ibarra.