Llega el verano en Aldehuela del Jerte y la época de recoger el trabajo de meses en los huertos familiares cercanos al río. Pero cada año se repite la misma escena, llegar por la mañana y encontrarse que les han robado. El último este jueves en un melonar. Los vecinos empiezan a estar cansados porque no sólo les perjudica el robo en sí, también los destrozos que provocan los cacos al llevarlo a cabo.
Se dan en pequeñas huertas dedicadas al consumo familiar y siempre coincide en esta época, cuando toca recoger las cebollas, tomates, calabacines, melones o sandías.
En el pueblo hay indignación ante los hechos y también algo de resignación porque saben que es complicado pillar in fraganti a los ladrones, al actuar de noche. Al ser pequeños robos normalmente no se denuncian algo que desde el Ayuntamiento consideran que es un error.