Badajoz vive su primer día con nuevas medidas para controlar la expansión del virus. Una de las más vistosas es la celebración de eventos deportivos sin público. Esas medidas afectan también a la cultura. La recomendación de las autoridades es posponer todo evento cultural ya que no puede haber espectadores. Entre los principales perjudicados están la Orquesta de Extremadura, que tenía fijado para el día 26 noviembre un concierto en el Palacio de Congresos, y el Teatro López de Ayala, que se ha visto obligado a congelar toda la programación a partir de la semana que viene.
La incidencia acumulada en la ciudad está por encima de los 550 casos por cada 100.000 habitantes, por lo que se han acordado nuevos controles que eviten el cierre de la ciudad más grande la región. Además, en la ciudad hay unos 900 positivos por covid-19 activos. Otro dato que preocupa es la positividad de las PCR, que está al 14%. Otro parámetro a tener en cuenta es la ocupación de las UCIs, que están al 29% en la ciudad. El límite establecido es un máximo del 35%, y es lo que salva de momento que Badajoz no se haya cerrado perimetralmente.
La recomendación a la ciudadanía es la de salir de casa lo mínimo imprescindible. La policía tiene los datos de los más de 2.000 vecinos de la ciudad que tienen que guardar cuarentena obligatoria. No obstante, las asociaciones de vecinos han pedido mayor vigilancia en los barrios porque aseguran que se siguen haciendo reuniones y botellones no permitidos. La policía ha aumentado los controles en la ciudad con el fin de evitar el cierre perimetral. Ochenta agentes de uniforme y de paisano recorren la ciudad día y noche.
El cierre sería "la puntilla" para el comercio
Los empresarios de la ciudad están preocupados por las consecuencias que conllevaría el cierre perimetral. En el caso del comercio aseguran que, ya por la pandemia, sus ventas han bajado un 60%, y el cierre supondría "la puntilla". Aseguran los comerciantes que una tercera parte de sus ventas se realizan a clientes que vienen del resto de la provincia y otra tercera parte a compradores de Portugal, que no podrían entrar en Badajoz en caso de cierre.
También las gasolineras se verían muy afectadas por el cierre. Numerosos portugueses acuden a las estaciones de servicio de la ciudad para repostar o comprar gas butano, ya que aquí los precios son mucho más baratos que en el país vecinos. En algunas estaciones de servicio de Badajoz el negocio que dejan los clientes portugueses supera el 80% de sus ingresos.
No se cierra perimetralmente Badajoz pero se suspenden los grandes eventos deportivos y culturales