Es uno de los iconos de Badajoz y pronto volverá a recuperar uno de sus elementos principales. La Torre de Espantaperros quiere escuchar de nuevo el tañir de su campana. Eso sí, no será con la original, que se encuentra guardada en el Museo Arqueológico Provincial, sino con una réplica.
Para ello, el Ayuntamiento de Badajoz y las asociaciones Alcazaba y Amigos de Badajoz han lanzado una campaña de micromecenazgo, con la que esperan recaudar los 45.000 euros necesarios para hacer realidad la nueva instalación.
A esta campaña están llamados todos los particulares, asociaciones o empresas que lo deseen y para participar solo hay que realizar una donación dineraria, la que se quiera. En este sentido, Amigos de Badajoz ha abierto la cuenta ES34 3009 0001 2326 6579 6922, en la que han de realizarse las aportaciones.
20 euros y reconocimiento eterno
Las personas que hagan donaciones superiores a 20 euros verán recogidos sus nombres en una placa que se instalará en el interior de la Torre de Espantaperros, mientras que para los ingresos de más de 500 euros se reserva una mención en un lugar más destacado.
No obstante, si no se llega a alcanzar la meta económica, el Consistorio pacense se ha comprometido a abonar la diferencia. Además, la bolsa ya arranca con 2.000 euros que va a aportar la asociación Alcazaba, gracias a lo recaudado en 2019 en la actividad ciudadana 'Abraza la Alcazaba'.
La campaña de micromecenazgo está activa desde hoy y se prolongará hasta el 10 de febrero. Hay por tanto 60 días para poder colaborar. Después empezaría la construcción de la réplica, con el objetivo de que pueda estar colocada y sonar en el cielo de Badajoz esta próxima primavera.
La original, al Museo Luis de Morales
Esta iniciativa cuenta además con otro proyecto paralelo, que es el de poder exponer la campana original en el Museo Luis de Morales, de titularidad municipal. Desde 1878 la campana permanece custodiada en el Museo Arqueológico Provincial, pero el Ayuntamiento pacense ha solicitado a la Dirección General de Patrimonio y a la Dirección General de Museos de la Junta su cesión, ya que es propiedad del Concejo.
La campana de la Torre de Espantaperros (en realidad llamada Torre de la Atalaya cuando se construyó) se colocó en 1517, cuando la ciudad se encontraba ya bajo dominio cristiano. Allí permaneció hasta 1856, es decir, hace 165 años exactamente, fecha en la que tuvo que ser retirada por el importante deterioro que presentaba la edificación.
Sin embargo, la campana siguió sonando otros 22 años más, hasta 1878, en este caso en el Palacio Municipal, el actual Ayuntamiento. Ese año, debido ya al lamentable estado de la campana, dejó de prestar servicio definitivamente. Ahora su eco, en forma de campana gemela, aguarda para volverse a liberar.