En Badajoz, los alumnos del Colegio Salesiano han puesto en marcha una iniciativa solidaria que une tecnología, empatía y aprendizaje. Los estudiantes de 4º de la ESO fabrican con impresoras 3D las llamadas “ChemoBox”, unas cajas personalizadas con las que cubren los goteros de quimioterapia de los niños hospitalizados en el Materno Infantil, decoradas con sus héroes y personajes favoritos. Su objetivo: transformar el miedo en valentía durante el tratamiento.
El director del centro, Miguel Gambín, destaca que este proyecto se enmarca en uno de los grandes objetivos educativos de los Salesianos: “favorecer el aprendizaje a través del servicio a la sociedad”.
Cajas con 'superpoderes'
Antes de diseñarlas, los alumnos contactan por videollamada con los pequeños pacientes para conocer sus gustos y aficiones. Las cajas cumplen además una doble función: además de ocultar los goteros, hacen sentir a los pequeños que no están solos.
Los propios alumnos reconocen que el proyecto les está marcando y desde el colegio aseguran que seguirán fabricando ChemoBox mientras haya niños que las necesiten.
 
 
 
