Esta tarde familiares, allegados y compañeros de Saúl, jugador del San Roque de Badajoz que falleció la semana pasada con apenas 11 años, se han reunido en un margen del Río Guadiana, para rendirle un emotivo homenaje.
Globos blancos y dos lilas, su color favorito, han sido lanzados al cielo en su memoria. Silencio, aplausos y mucha emoción entre todos los pacenses que se han acercado para darle un último adiós.
Soledad Infante, amiga de la familia, ha explicado que hay globos blancos y también lila. Éstos últimos han sido los primeros que se lanzaron. Era el color favorito del pequeño Saúl.
Por su parte, María Martínez, entrenadora del niño ha querido manifestar el apoyo que ha recibido la familia por parte de tanta gente. "Algo ha tenido que hacer bien Saúl para que tenga tanta gente detrás", ha dicho.