Es a través de la emoción, de los sentimientos más profundos del ser humano, desde donde discurre esta historia y los resultados son maravillosos. Ricardo Joven es uno de los actores y reconoce que "la emoción y el sufrimiento de este hombre yo la siento como intérprete pero también la siento como persona".
La muerte, la vida, los abrazos no dados y los pueblos olvidados. La historia, una interpretación de la novela 'La lluvia amarilla' de Julio Llamazares, narra las últimas horas de vida, y trata temas apartados de la sociedad, poco recurrentes, reflexivos, pero necesarios, que han hecho pensar y reflexionar al público en Badajoz.
Una obra que arrancó su gira sin expectativas y que, casi dos años después, sus protagonistas hacen una valoración muy positiva del presente y del futuro.