Anoche se clausuró en Badajoz la 31ª edición del Festival Ibérico de Cine con una gala que puso el broche de oro a su edición más internacional.
Premios muy repartidos, salas llenas y una cuidada selección de cortometrajes confirman el buen momento del certamen y su papel como puente cultural entre España y Portugal.
Porta-te bem, Mejor Cortometraje
El cortometraje portugués Porta-te bem, dirigido por Joana Alves, se alzó con el Premio Onofre al Mejor Cortometraje. El galardón, dotado con 3.000 euros, convierte al corto en candidato directo a los Premios Goya y Feroz, consolidando el prestigio del FIC en el circuito ibérico.
Entre los reconocimientos más celebrados, Happy Hour, de Nico Romero y Álvaro Monje, recibió el Premio Reyes Abades al Mejor Cortometraje Extremeño.
El público también tuvo un papel destacado: en Badajoz, la obra más votada fue À medida que fomos recuperando a mãe; en Olivenza, Ne me quitte pas; y en San Vicente de Alcántara, la comedia All you need is love.
El Premio del Público Infantil fue para Lights, de Aitana Cantero y María Isabel Sáiz, mientras que el Jurado Joven otorgó el Premio Luis Alcoriza a De Sucre, que también recibió el galardón a la Mejor Interpretación Femenina para Andrea Álvarez.
El Príncep, de Alex Sardá obtuvo tres premios
El cine catalán también brilló con El Príncep, de Alex Sardá, que obtuvo tres premios: Mejor Dirección, Mejor Actor (Enric Auquer) y Mejor Fotografía (Artur-Pol Camprubí).
El premio al Mejor Guion fue para el portugués Gonçalo Almeida por Atom & Voidp, y la Mejor Música Original, Premio Alejandro Pachón, recayó en Miguel Vilhena por Porta-te bem, reafirmando el dominio del cine portugués en esta edición.