Pitando y con los coches decorados con globos negros en señal de luto por la 'muerte de sus negocios'. Así se han manifestado hoy en Mérida decenas de comerciantes y hosteleros llegado de distintos puntos de la región. Comprenden la gravedad de la crisis sanitaria, pero aseguran que ellos cumplen las normas y procuran que lo hagan también los clientes. Los focos de contagio no se producen en sus locales, dicen, sino en reuniones sociales privadas y no controladas.
La caravana han recorrido el centro de la capital autonómica para llamar la atención, una vez más, sobre unos sectores, subrayan, "excesivamente castigados" durante la pandemia.
Bares, restaurantes y tiendas de productos o servicios no esenciales están cerrados en 24 localidades extremeñas. El reparto a domicilio sí está permitido.