Los fuertes lluvias de estos días en nuestra región están dificultando la conducción de manera importante. En el mejor de los casos, lo preferible es no utilizar nuestro vehículo salvo en caso de extrema necesidad. Conducir con el temporal entraña riesgos como que se reduce la visibilidad del conductor, pero también crea peligrosas balsas de agua, hace que un lecho de hojas caídas se convierta en una pista de patinaje y, lo más grave, aumenta peligrosamente la distancia de frenado. Por ejemplo, con el suelo mojado, a 90 km/h, se necesitan 32 metros más para detener el vehículo. Para superar todas estas dificultades, es necesario extremar la prudencia y seguir los siguientes consejos, que nos brinda la Dirección General de Tráfico, al pie de la letra:
La visibilidad, la pieza clave
El cristal del parabrisas es nuestra ventana a la carretera y si tiene restos de grasa o suciedad cuando empiecen a caer las primeras gotas de lluvia la visibilidad del conductor se reducirá dramáticamente. La solución es sencilla: limpiarlo bien antes de salir de casa. Por el mismo motivo, ver bien lo que nos rodea, las escobillas limpiaparabrisas también deben estar en buen estado, tanto las delanteras como las traseras, para que hagan de forma correcta el barrido del agua de lluvia. La combinación de lluvia y frío hace que, inevitablemente, las lunas del coche se empañen. En esos momentos, lo más adecuado es mezclar el aire acondicionado con el calor de la calefacción y dirigir esta mezcla hacia la luna delantera. En pocos minutos el coche se habrá desempañado.
Si te sorprende el #aquaplaning:
— Guardia Civil (@guardiacivil) November 5, 2018
1º Reduce poco a poco velocidad.
2º No levantes bruscamente el pie del acelerador.
3º Mantén las ruedas rectas.
4º No pises el embrague.
5º No gires el volante.pic.twitter.com/k5xj9Ajpnu
El valor de la iluminación
Si el parte meteorológico prevé lluvia, antes de salir a la carretera hay que comprobar que no hay ninguna luz fundida y que todas ellas están niveladas no sólo para que no deslumbren a los demás, sino también para que nos muestren correctamente nuestro camino en condiciones adversas. La iluminación es tan importante que hasta se recomienda llevar las luces de posición y de cruce encendidas bajo la lluvia (si el vehículo no posee luces diurnas). Un estudio del Centro de Investigación de Accidentes de la Universidad de Monash, (Australia) publicado en la revista Journal of Safety Research, indica que llevar las luces encendidas de día reduce un 8,8% el riesgo de accidente..
Evitar el acuplanin
La velocidad, capacidad para frenar y adherencia sobre el pavimento mojado dependen en buena parte del estado de los neumáticos, los auténticos responsables de evitar el temido acuaplanin. La normativa establece que la profundidad del dibujo de la banda de rodadura no debe ser inferior a 1,6 mm, pero los expertos recomiendan que no sea menor de 3 mm para asegurar un buen agarre, especialmente cuando llueve, y así reducir el riesgo de que el vehículo “patine”. Una forma rápida de chequear el estado de los neumáticos es comprobar el indicador de fábrica: un logotipo o un triángulo con las siglas TWI que aparece impreso en el flanco del mismo. Si el neumático está próximo a ese límite de desgaste, hay que cambiarlo cuanto antes.
Mantener la distancia de seguridad
Hay que comprobar el estado de los frenos, tanto de las pastillas como de los discos de freno en el taller. Que el vehículo responda de forma correcta ante los imprevistos es especialmente importante cuando llueve. Debemos tener en cuenta que la distancia de frenado aumenta con la lluvia llegando, en algunos casos, a duplicarse. Por ello cuando está lloviendo se necesita tiempo extra para reaccionar y este sólo se consigue dejando una distancia mínima de cinco segundos con el resto de coches.
Claves para viajar seguro cuando llueve
- Antes de realizar un viaje largo se debe consultar la previsión meteorológica y hacer caso a los expertos: si ellos aconsejan no salir a la carretera porque se prevé lluvia intensa, es preferible obedecer sus indicaciones.
- Paradójicamente, cuando llueve hay que evitar… el agua. En la medida de lo posible no circular por charcos ni balsas de agua porque se desconoce la profundidad de los mismos.
- Restringir al máximo las posibles distracciones y mantener siempre ambas manos en el volante. Con lluvia intensa, las distracciones al mínimo.
- Conducir de forma suave: ni giros bruscos, ni frenazos ni acelerones. 5Si no se ve, parar. Si la lluvia es tan intensa que no permite ver con claridad, hay que aparcar en una zona segura y esperar a que pase el chaparrón.