Soriding, Abdoula y Sekou son de Mali. Tienen 20, 21 y 23 años. Pero no se conocían hasta que llegaron a Canarias hace tres semanas. Cada uno con una historia.
"Yo me fui de Mali en 2022. Allí hay una guerra terrorista y cualquier día nos vamos a morir. Salí primero de Mali hasta Mauritania y luego dejé Mauritania, en barca, hasta España", relata Sorí, diminutivo de Soriding.
Pasó cinco días cruzando el Mediterráneo. Un viaje, de más de 7.000 kilómetros en total, que con lo puesto también hizo Abdoula: "Todo el mundo sabe lo peligroso que es el Mediterráneo. Pero lo miramos, lo enfrentamos y hay algo que nos empuja a venir. Ya hay demasiada gente que ha muerto en la guerra", relataba ante las cámaras de Extremadura Noticias.
Sekou consiguió cruzar el mar, tras 3 años de viaje: "Sí, tres años. Es una ruta demasiado cansada. Hay muchas dificultades".
Juntos, sin apenas conocerse, decidieron venir a Mérida. Llevan aquí cinco días. En Canarias, nos cuentan, les pusieron este brazalete pare pedir asilo, pero no lo consiguieron: "Había tanta gente que nos dijeron que no lo conseguiríamos. Y que nos desplazáramos rápidamente a otro sitio para poder pedir asilo", explican.
"Y aquí comemos y dormimos bien, pero nos falta información para saber cómo actuar". "Nosotros", añaden, "nos queremos ir. No nos queremos quedar aquí, sabemos que hay mucha gente pidiendo asilo, pero necesitamos ayuda para conseguirlo y poder irnos".
Llevan 23 días en nuestro país y dentro de poco les llegará la notificación para marcharse. Sin amigos ni familia, buscan, dicen, mayor asistencia jurídica. Una preocupación que rumian mientras observan cómo llegan nuevos módulos al Albergue de Mérida (van a llegar hasta 160 para estar operativos cuando se necesiten).
Y presienten que otros como ellos nos contarán la misma historia. Pero es una historia que, aseguran, quieren acabar cuanto antes: con una vida digna lejos de la guerra de su país.