El nivel de alerta sanitaria 2 en Extremadura no impide la celebración de las ferias y fiestas locales. La gran mayoría de los municipios extremeños pueden tener verbenas, pero eso sí, sin baile. Quienes asistan deben estar sentados y agrupados en mesas de seis personas. Tampoco es recomendable soltar vaquillas, porque pueden generarse aglomeraciones. De ahí, que haya este año cierto ahorro en los presupuestos municipales.
Es el caso de Ceclavín, en la provincia cacereña. Este año no celebrará su patrona el 16 de agosto como habitualmente. No habrá ni verbenas, ni vaquillas, pero sí algunas actividades lúdico - culturales para todas las edades. Este año aún no saben qué harán con ese remanente de dinero. El año pasado regalaron en Navidad cestas con productos típicos para todos los vecinos y vecinas.
Misma decisión en La Morera, provincia de Badajoz. Son unos 700 vecinos y vecinas y tampoco han tenido fiestas de San Lorenzo este año. El sobrante del presupuesto dedicado a las orquestas y resto de actividades se ha traducido en un regalo, 'un detallino', para las familias de la localidad. Juan José Amo, su alcalde, nos explica que han regalado una "cajita con aceite y vino y un pequeño escrito" pidiendo a vecinos y vecinas "que sean conscientes de que aún sigue el virus entre nosotros".
Más allá del asunto económico, la cancelación de las fiestas provoca un importante vacío en el ocio veraniego de los pueblos. Y es que, que haya una verbena en la plaza del pueblo y no se pueda bailar, es como pedir que amanezca sin que salga el sol.