Hace unos meses, muchos productores de tomate no contrataron con la industria porque los precios no llegaban al mínimo que pedían. Finalmente, algunos de ellos han cedido y han tenido que contratar a pérdidas.
Antonio Casado es productor, y ha empezado este martes a plantar el tomate en su explotación en la comarca de La Serena. Ha contratado su producción con varias industrias: con unas a 150 euros la tonelada, con otras no ha tenido más remedio que hacerlo a 130, por falta de cultivos alternativos.
A Zacarías Reyes, en Villanueva de la Serena, le pasa igual. Le pagarán parte de su tomate a 150 euros y otra a 130. En este caso contrata por debajo de costes para que no se pierda cosecha y no tenga que despedir a sus jornaleros.
La Asociación de Agricultores y Ganaderos AGRIGA estima que un 5% de productores han contratado a pérdidas, lo que considera una traición. Opinan que no deberían haber aceptado esa cantidad, porque, dicen, esto provocará la caída del precio del tomate la próxima campaña.
La plantación del tomate lleva ya una semana de retraso y terminará a mediados o finales de mayo. De momento, nadie se atreve a dar una previsión de producción para esta campaña.