Ana Belén encarnará a la caprichosa y voluble reina de Egipto y Lluís Homar a un general romano enamorado hasta la médula y cansado de las guerras del Imperio. 'Antonio y Cleopatra', el drama menos representado de Shakespeare, se estrena el jueves versionado por Vicente Molina Foix y dirigida por José Carlos Plaza. Es una coproducción (la primera de muchas, ha dicho Jesús Cimarro) del Festival de Mérida y la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
"Qué difícil, pero qué joya tenemos entre manos"
La obra, escrita en 1606 y publicada en 1623, ahonda en las pasiones humanas y en esa lucha que todos llevamos dentro entre el deber y el ser, la obligación y el disfrute, el sacrificio y el placer. Viejas pulsiones contemporáneas que mueven el mundo desde el principio de los tiempos y que Shakespeare trata con maestría.
La versión que llega a la capital autonómica intenta concentrar la historia y mezcla la poesía con la prosa. Vicente Molina Foix utiliza en el texto versos octasílabos y heptasílabos, propios de la tradición métrica inglesa. "Qué difícil, pero qué joya tenemos entre manos", decía en la presentación José Carlos Plaza, "y como Mérida es otra joya, nuestro problema es a ver si tenemos la fuerza de comunicar con nuestro trabajo estas dos grandes joyas y poner el texto de Shakespeare en un lugar como Mérida". El director es un habitual del Festival y vuelve en esta edición con "una obra sorprendente por el lenguaje que utiliza y por el montaje, que resulta prácticamente cinematográfico", explica, "Shakespeare se salta todas las normas. Salta en el tiempo, de un lugar a otro y de idea en idea". La profundidad de esta obra de 40 escenas, confiesa Plaza, es inalcanzable; y sus protagonistas son capaces de llegar a lo má mezquinos y sublimarlo.
"La obra nos invita a reflexionar sobre qué estamos haciendo con nuestra propia vida"
Lluís Homar fue ya en Mérida Prometeo antes que Antonio, pero asegura que sigue conmoviéndose con la belleza del Teatro Romano. Dará vida al poderoso general en la recta final de sus días. Un Marco Antonio partido por la mitad: Cleopatra o Roma; pasión u obligación. "Es esa confrontación, esa lucha, que todos llevamos dentro entre el deber y el ser", subraya el actor y puntualiza: "la obra nos invita a reflexionar sobre qué estamos haciendo con nuestra propia vida".
"Cleopatra significa todo lo contrario a lo racional, que es Roma"
Trabajar con Shakespeare, dice Ana Belén (otra asidua del Teatro Romano), supone aprender de los personajes y de la vida; aprender de las emociones y de los porqués. La actriz se meterá en la piel de la reina de Egipto, una Cleopatra madura, pero irresistible, que intenta con todas sus tretas mantener el amor a su lado. Un personaje histriónico, caprichoso y voluble que el dramaturgo inglés supo dotar de grandeza trágica. "Cleopatra significa todo lo contrario a lo racional, que es Roma. Cleopatra es Egipto, es hedonismo, es placer", así describe Ana Belén a su 'alter ego' en escena, una mujer caprichosa, pero también inteligente y poderosa, en un mundo de hombres.
El reparto lo completa Israel Frías (Sexto Pompeyo), Ernesto Arias (Enobarbo), Javier Bermejo (César Octavio); Olga Rodríguez (Carmia), Fernando Sansegundo (Lépido), Elvira Cuadrupani (Octavia), Luis Mayo (adivino) y Carlos Martínez-Abarca (Dolabela).
'Antonio y Cleopatra' se estrena este jueves en Mérida precedida por el éxito en el Festival de Almagro. La obra estará en cartel hasta el domingo, cuatro funciones que ya está prácticamente llenas.