Tras dos semanas de de búsqueda de Pablo Sierra, el desenlace con el hallazgo de su cadáver abre el duelo de su familia, que ahora tiene que descubrir qué pasó y empezar a asumir la ausencia.
Ana Gutiérrez, psicóloga forense, asegura que "es difícil porque ellos en estos momentos lo que sienten es que nadie les puede entender, nadie que no haya pasado por una situación similar".
"A veces es mejor aportar cariño y consuelo desde el silencio"
Añade Gutiérrez que ya la "esperanza ha desaparecido y da paso a la incredulidad, da paso a tener que aceptar lo que ha ocurrido. A veces es mejor aportar cariño y consuelo desde el silencio, desde los gestos, desde los abrazos, que desde intentar decirles algo".
Esta psicóloga anima a los vecinos de Zorita, donde residen los familiares de Pablo Sierra, a ofrecerles "abrazos, gestos, tener pequeños detalles de cuidado y sobre todo respetar la intimidad y el silencio que necesitan las familias".
Según Gutiérrez, "una cosa que se hace con muchísima buena intención es que cada vez que te encuentras a alguien de la familia le transmites el pésame, frases, pero no te das cuenta de que en ese momento a lo mejor no está pensando en eso, es su momento de desconexión". Por eso, añade que "a veces con un gesto es mejor porque recordarles constantemente, lo que suele hacer es que la gente se recluya y busque intimidad para evitar ese recordatorio constante y constante".
"La sensación general de todo el pueblo es de conmoción"
"La sensación general de todo el pueblo es de conmoción", afirma Gutiérrez al tratarse de un municipio pequeño. Lo argumenta en que una desaparición "ocurra de forma muy cercana, en un pueblo, lo que nos hace es rompernos la sensación de segurida" porque cree que "lo que hace es plantearnos que podría ser nuestro propio hijo, nuestro hermano, y conmociona".
Por eso, asevera esta psicóloga forense que "tengan más o tengan menos relación con la familia, todo el mundo del municipio en estos momentos está afectado".