La calidad del agua en las piscinas naturales de Extremadura se controla y analiza rigurosamente cada verano para garantizar un baño seguro y saludable. Técnicos del laboratorio de Salud Pública del Servicio Extremeño de Salud realizan estos controles cada 15 días, asegurando que los parámetros se mantengan dentro de los límites adecuados.
Aurelio Carretero, farmacéutico del Centro de Salud de Hoyos, explica que realizan un muestreo y análisis para mandar al laboratorio de Salud Pública y determinar la calidad y otros parámetros in situ como la temperatura del agua o el oxígeno. Este seguimiento se lleva a cabo de junio a septiembre, mediante un proceso de cultivo en laboratorio.
Leopoldo Lucio Mero, de la Unidad de Microbiología de Aguas de Salud Pública, detalla el proceso de análisis: "Consiste en cultivar el agua a la temperatura correspondiente, y buscar indicadores de contaminación fecal", garantizando así que el agua cumpla con los estándares de calidad y seguridad. Leopoldo añade que "en general, están bastante bien todas".
Las lluvias de este año han contribuido positivamente, vaticinando una buena temporada de baño. Aurelio Carretero asegura que las gargantas tienen un buen aporte de agua, por lo que la temporada de baño en las gargantas puede ser "excelente"
La región cuenta con unas 50 zonas de baño aptas, ofreciendo a residentes y turistas un refrescante alivio frente a las altas temperaturas del verano. Gracias a los estrictos controles y al entorno natural bien cuidado, estas piscinas naturales de Extremadura se mantienen como destinos ideales para disfrutar de un verano seguro y placentero.