Se le conoce como Educación en la sombra. Hablamos de las clases particulares. Según el informe de la escuela de negocios Esade, casi la mitad del alumnado de infantil, primaria y secundaria acude a clases extraescolares, en su propio domicilio, en academias o vía internet. Un sector en el que hay una clara brecha entre las familias que pueden pagar esas clases sin problemas y las que tienen que hacer un esfuerzo económico para abonarlas.
Dicen los autores del informe que las clases particulares son casi un bien de primera necesidad. Se acude a ellas por un lado, para reforzar y mejorar la enseñanza que reciben en el colegio. Por otro, para buscar la excelencia en una materia que ya dominan o por mero disfrute.
Las cifras del informe de Esade aseguran que el 60% de los hijos de familias pudientes van a clases particulares, sólo el 30% de las familias en los hogares más modestos. Esta escuela de negocios pide al Ministerio que se mida de forma continua el sector para determinar el efecto que tiene en la desigualdad educativa en las familias españolas.
A la cabeza de las clases más solicitadas, los idiomas, el inglés en concreto.
En esta formación hay diferencias entre unos y otros. Porque la familia que no llega holgadamente a finales de mes, apuesta por el inglés y por las asignaturas del colegio que necesiten reforzar. A un lado dejan actividades como el deporte o las enseñanzas artísticas.
La presidenta de Freampa, la Federación Regional Extremeña de Asociaciones de Madres y Padres, tiene claro que el problema de fondo es la mala calidad de la enseñanza en la escuela pública. Maribel Rengel es favorable a multiplicar los itinerarios educativos para que en "esta carrera todos puedan ganar y no haya esa diferencia".