Unos 1.500 arroceros extremeños ven estos días cómo aviones y drones sobrevuelan sus parcelas. Ha empezado la campaña contra la pudenta del arroz. La Junta de Extremadura busca, como cada año, acabar con la chinche que afecta al cultivo, del que hay sembradas 13.000 hectáreas en la región. La mayoría se ubican en las Vegas del Guadiana, distribuidas hasta en 19 municipios. Pero también las hay en hasta siete municipios de las Vegas del Alagón.
Para fumigar, se usan aviones monoplaza de turbina. Se llaman Airtractor, que traducido al español quiere decir, literalmente, tractores de aire. En el aeródromo de Don Benito les hemos visto repostar bien temprano con dos mangueras: una para combustible y otra, para producto fitosanitario: concretamente Cipermetrin. Se trata de un insecticida que mata a la pudenta, que es el animal responsable de dejar los granos de arroz con la mancha negra que coloquialmente se conoce como ojo de gallo. Además, también puede partir el grano: "es más un daño estético. El consumidor no quiere un paquete con este tipo de granos. Además, al picar la planta, también reduce su rendimiento, porque chupa su savia", explica Pedro Pablo Bueno, Jefe de Sección de Campañas Fitosanitarias de la Junta de Extremadura.
Los aviones tienen capacidad para más de 1.000 litros, pero cargan aproximadamente unos 400. Buscan la mayor sofistificación y precisión posibles: hacen vuelos de dos horas y un ordenador a bordo indica al piloto dónde lanzar el insecticida.
Cada litro sirve para fumigar una hectárea. Harán falta 13.000 porque son 13.000 hectáreas las que se pretenden salvar del insecto: todas las que se han plantado esta campaña: "se fumigará aproximadamente una semana y este año, como novedad, aparte de los aviones, tendremos drones en la zona de las Vegas del Alagón", ha detallado José Manuel Martínez, director general de Agricultura y Ganadería de la Junta de Extremadura, que hoy ha supervisado las labores en la zona de Don Benito.
Es el tiempo el que determina que los trabajos se desarrollen estos días de finales de agosto. De otra forma, a más de 30 grados, las gotas del producto se volatilizarían. Tampoco serían efectivos con vientos constantes de más de 3 metros por segundo.
La protagonista: la pudenta o chinche "hedionda"
La protagonista de la campaña no es otra que la pudenta, un insecto que no vive de la sangre de animales o del ser humano, pero sí de plantas gramíneas, como el arroz u otros cereales. Con su estilete, "una especie de pincho que tiene en la boca", pica los granos y bebe la savia. Se la conoce también como chinche "hedionda" por su mal olor. No es una especie invasora y cada año hay que luchar contra ella.
Los vuelos insecticidas consiguen, además de eliminarla, espantarla hasta unas trampas masivas. En ellas no solo se las atrapa (hasta 1.000 por noche) sino que también se las estudia, para mejorar próximas campañas.
