La extremeña Conchita Viera, cuyo padre fue asesinado por falangistas el 25 de septiembre de 1936 en Valencia de Alcántara (Cáceres), ha sido una de las veinte personas que han recibido un homenaje en el Auditorio Nacional de Música de Madrid, en el 'Día de recuerdo y homenaje a todas las víctimas del golpe militar, la guerra y la dictadura', que se instauró en 2022 con la Ley de Memoria Democrática.
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha hecho entrega de una declaración de reparación a Conchita Viera, hija del que fuera alcalde de Valencia de Alcántara, Amado Viera, durante la República, y cuyo cuerpo ha sido identificado, entre los de otros 48 represaliados, en la Mina Terría de la citada localidad cacereña. A este acto se ha unido la Diputación de Cáceres con la presencia de su presidente, Miguel Ángel Morales, que ha querido acompañar a las 20 personas homenajeadas, "en recuerdo a las víctimas de la época más negra de España", informa la institución provincial.
Morales ha señalado a Conchita Viera como "un ejemplo de perseverancia, una mujer que ha vivido en el silencio, pero que ha sido una luchadora incansable para recuperar la memoria de su padre, lo que, al fin, con la implicación también de instituciones como el Ayuntamiento de Valencia de Alcántara o la diputación, ha podido recuperar sus restos, a 25 metros de profundidad". "Así -ha añadido-, con actos como este, el Gobierno de España reconoce este sufrimiento, junto al vivido por otras personas hoy aquí recordadas", entre ellas la de las familias de Miguel Hernández, de María Zambrano, de Miguel Molina o de Vicente Aleixadre. Junto a ellos, en el auditorio madrileño, se han podido escuchar otros nombres como el de Justa Freire, la maestra republicana que, encarcelada en Las Ventas, organizó clases para enseñar a leer y a escribir a mujeres con las que compartía mismo destino.
Otros nombres como el que fuera fiscal general de la República, Francisco Javier Elola; la conocida como última miliciana, Ángeles Flórez Peón, 'Maricuela'; Pino Sosa, hija del hojalatero José Sosa, cuyo cuerpo ha sido encontrado junto con doce más en el pozo de Tenuyas, en Arucas (Gran Canaria); Blas Infante, reconocido como padre de la Patria andaluza, o, entre otros nombres, María Egea Muñoz de Zafra, la niña de cinco años que salió en el último barco que partió del puerto de Alicante camino de Orán.
En definitiva, "mujeres y hombres, de una u otra región de España, con una u otra formación y oficio, con más o menos edad, pero todas y todos con un pasado duro y trágico, víctimas de la guerra y la dictadura franquista", indica la diputación cacereña.