Este verano ha sido uno de los más negros en cuanto a incendios forestales en Extremadura. En las principales zonas quemadas, Miravete, Hurdes y Gata, siguen los trabajos para recuperar, cuanto antes, la zona y evitar que las cenizas generen mayores problemas.
En algunas de las zonas afectadas de Las Hurdes, los trabajos se han centrado en esparcir paja para las escorrentías, hacer muros de contención y cortar la leña quemada.
En Riomalo de Arriba, durante este sábado, los efectivos cortan árboles para que se pueda reforestar este área. El desnivel y lo escarpado de la zona hacen muy difícil y duro el trabajo de las cerca de 120 personas que están recuperando estos montes.
El plazo para terminar estos trabajos está marcado en unos seis meses y se está actuando en más de 3.000 hectáreas. Con ellos se consigue la conservación y mejora del suelo, mediante la limitación de la escorrentía y el control de la erosión, lo que reduce el riesgo de avenidas e inundaciones y la contaminación de aguas superficiales y subterráneas. También se reduce la prevención frente a la proliferación de plagas en las masas forestales.