Vuelven las clases a colegios e institutos de Extremadura y lo hacen con la amenaza de la variante Ómicron en el ambiente. Las cifras de contagios diarios por Covid-19 siguen disparadas en la región a las puertas de que terminen las vacaciones para los alumnos de la región.
Es por ello que muchos padres intentan, en estos días previos, hacer acopio de mascarillas FFP2 para que sus hijos acudan lo más protegidos posibles. Pero, en los últimos días, comprar mascarillas de este tipo se está convirtiendo en una misión difícil y la escasez de demanda va camino de provocar una situación similar a la que se vivió con los test de antígenos en navidades.
Hemos visitado una farmacia en Plasencia. Aquí, nos cuentan, hay "muchísima demanda de mascarillas FFP2". De hecho, aseguran, pueden vender una veintena cada día. En este estableciiento tan sólo les queda una pequeña caja con mascarillas, que esperan que se agoten pronto.
Mucha demanda... pero poca oferta. La crisis de abastecimiento ha hecho que a muchas farmacias de la región les haya sido imposible volver a abastecerse de este tipo de mascarillas una vez pasadas las fiestas. Eso sí, se espera que en los próximos días la balanza de oferta y demanda se equilibre y lleguen nuevas remesas a las boticas.
Lo que no ha aumentado es su precio. A pesar de ello, el gasto que supone la compra de mascarillas impacta en las economías familiares. Y es que, aseguran los padres, "se usan mascarillas para ir al colegio, las extraesclares, para ir por la calle...". Con la variante Ómicron al acecho y la obligatoriedad de uso, este gaso sigue multiplicándose.