El Plan de Prevención de Riesgo Volcánico de Canarias, Pevolca, ha certificado este sábado la finalización de la erupción volcánica de La Palma, que comenzó el pasado 19 de septiembre.
"La erupción ha terminado" ha anunciado el portavoz de Gobierno canario, Julio Pérez, que ha precisado que el comité científico da por último día de erupción el lunes 13 de diciembre, la fecha en la que se detuvo la señal de tremor y declinaron todos los parámetros del volcán.
El final de la erupción volcánica de Cumbre Vieja, en La Palma, ha sido acogido por la población con alivio y duelo por lo perdido, pero también con preocupación e incertidumbre ante un futuro incierto que pasa por la rápida llegada de las ansiadas ayudas.
Los responsables del Plan Especial Protección ante Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) han anunciado este sábado el final de la erupción, tras una cuenta atrás de más de doce días desde que cesó su actividad (a las 21.00 horas del lunes 13). Pero varios testimonios recogidos por Efe coinciden en ahora empieza lo peor, porque para muchos el volcán ha supuesto "la ruina".
"Las fincas que se han perdido se han perdido para siempre. Las casas se pueden volver a reconstruir en un lado u en otro pero las fincas no", afirma a Efe un agricultor que recuerda que en el volcán de San Juan, en 1949, se pudo traer tierra de otros puntos de la isla y construir bancales sobre los que cultivar plátanos pero ahora, señala, no hay lugares de donde extraer esa tierra necesaria.
Insiste en que se trata de la ruina para muchos agricultores que han perdido sus fincas y asevera que tendrán que buscar otra forma de vida, incluso vinculadas con la agricultura, y ahí, reitera, tienen que estar las ayudas prometidas por las administraciones.
Otro de los testimonios recogidos es de un hombre que hasta ahora se dedicaba al alquiler de viviendas rurales y que señala que costará remontar un negocio hasta ahora muy solicitado por turistas alemanes, pero que en la mayoría son personas mayores "que han cogido mucho miedo tras la erupción".
Todos los testimonios insisten en la necesidad de que las ayudas lleguen lo antes posible tanto de los gobiernos central y de Canarias como de las administraciones locales e insular y, ante la duda de que lleguen pronto, "hay necesidad de reinventarse".