Alrededor de 2.000 mujeres se dedican a la prostitución en Extremadura. Son estimaciones, porque su ejercicio está rodeado de secretismo y podrían ser muchas más. La mayoría son víctimas de trata, es decir, fueron forzadas a prostituirse y extranjeras. Proceden de países como Brasil, Colombia, Santo Domingo o Rumanía y tienen entre 20 y 35 años.
Un perfil al que podrían sumarse ahora mujeres ucranianas engañadas por las mafias que se dedican a la trata de mujeres con fines de explotación sexual. Y es que las mafias se están aprovechando de la desesperación y el éxodo masivo de mujeres jóvenes provocado por la guerra en Ucrania. Las organizaciones que luchan contra la trata de mujeres ya lo habían advertido, como la presidenta de la Asociación de Derechos Humanos de Extremadura: "Ya hemos visto que en páginas de porno, desde el primer día de la guerra, comenzaron a ofrecer chicas ucranianas o rusas en los portales", asegura Flor Fondón.
Mujeres que podrían haber caído en manos de desalmados en los que confiaron para huir de la guerra. "Advertimos de que las caravanas de la población civil que surgieron las primeras semanas, aunque en su mayoría eran de muy buena voluntad, podían ser también un coladero para los proxenetas", explica Fondón.
Por eso, el gobierno extremeño ha propuesto estrechar la colaboración con las asociaciones que trabajan con estos colectivos para identificar estos casos. Un labor que se complica desde que los proxenetas empezaron a cerrar sus puticlubs y trasladaron a las mujeres a pisos. "Hay toda una realidad opaca y oscura que ha crecido al calor de la pandemia y del cierre de los prostíbulos", explica Isabel Gil Rosiña, consejera de Igualdad. Extremadura decretó el cierre de estos locales en septiembre de 2020 y ofreció ayudas extraordinarias al alquiler para las mujeres que eran prostituidas.
Y es que nadie sabe a ciencia cierta cuántas prostitutas hay en nuestro país. Lo que sí se sabe es cuántas inspecciones han realizado las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en losprostíbulos para prevenir la trata y explotación de seres humanos. Es la única pista fiable pero no es representativo, porque cada vez hay menos. No obstante, según esos datos, en Extremadura se realizaron 721 inspecciones entre 2017 y 2020 para prevenir la explotación de estas mujeres, las esclavas del siglo XXI.