Para muchos estudiantes el incio de curso se traduce en ilusión, pero para otros supone la vuelta a una realidad aterradora. El acoso escolar está muy presente en las aulas de nuesto país, casi uno de cada diez alumnos españoles dice ser víctima de acoso escolar o conocer a alguien que lo es, según un informe elaborado por la Fundación ANAR.
Entre quienes sufren bullying, el 58% tiene entre 11 y 12 años, el 36% oscila entre los 13 y 14, y un 6% es menor de 11 años. Y a pesar de que la incidencia de las agresiones en las aulas se está reduciendo año tras año, el acoso escolar sigue siendo uno de los grandes problemas a los que se enfrenta el sistema educativo.
El Director Técnico de esta fundación, tras los reveladores datos que arroja el VI Informe 'La opinión de los estudiantes', manifiesta la necesidad de poner el foco en que los alumnos identifiquen que acoso escolar no es una cosa de la víctima y del agresor únicamente.
"Si en el aula hay un poblema de acoso es un problema de toda el aula, y solamente con la cohesión de grupo e informando de forma inmediata para que se puedan tomar acciones, se va a poder ayudar a esa persona para que desaparezca el acoso",
El foco en los agresores
Aunque no existe un patrón que defina a los agresores, sí suelen compartir algunas características: problemas familiares, inseguridades y baja autoestima, entre otras. Benjamín Ballesteros también habla de la necesidad de ofrecerle ayuda a los agresores. Son jóvenes que "utilizan al agresividad para destacar, sentirse mejor o resolver problemas".
El silencio cómplice
Los agresores necesitan del silencio cómplice para poder seguir desarrollando las conductas violentas. Las personas que son conocedores del bullying y callan, y no hacen nada para evitarlo, son cómplices y forman parte del problema.