22 Octubre 2025, 20:51
Actualizado 22 Octubre 2025, 21:33

Con la llegada de noviembre y el esperado Black Friday, que cada vez se extiende más días, las ventas se disparan, y también lo hacen las compras compulsivas. En medio de esta marea de descuentos, crece el fenómeno de la oniomanía, un trastorno que afecta ya al 5 % de la población y que se caracteriza por una necesidad irresistible de adquirir objetos, muchos de ellos innecesarios, que acaban olvidados en cajones y armarios.

¿Compramos por necesidad o por capricho? Es la pregunta que pocos se hacen antes de pulsar el botón de compra. Las rebajas y descuentos a través del móvil hacen que la tentación esté a solo un clic, y muchas personas reconocen que compran habitualmente por internet, especialmente ropa, cosmética, accesorios y perfumes.

“Lo vemos, lo queremos y lo compramos”, comentan varias usuarias. El problema surge cuando ese deseo se convierte en adicción. Los psicólogos explican que la compra compulsiva genera un pico de dopamina, una sensación de placer inmediata, pero que luego puede derivar en frustración y pérdida de control.

La oniomanía, término técnico para este trastorno, se manifiesta como una conducta repetitiva e impulsiva que puede tener consecuencias económicas y emocionales. Los especialistas destacan que es importante aprender a identificar el impulso y frenarlo antes de que se convierta en un problema.

Entre las recomendaciones para evitar caer en esta espiral están reflexionar antes de comprar, evitar las compras por impulso y establecer límites claros. Porque, a veces aprender a no comprar también es una forma de ganancia.