Un verano más, los niños y niñas saharauis han pasado el periodo estival en Extremadura. A través del programa "Vacaciones en Paz", un total de 98 jóvenes se han alojado con familias de acogida extremeñas para pasar dos meses que han estado cargados de actividades, cariño y, sobre todo, cuidados médicos y una alimentación que es muy necesaria. Se trata de un tiempo que les hace olvidar la dureza del día a día en los campamentos de refugiados de Tinduf, en el desierto del Sáhara.
Para las familias de acogida extremeñas, se trata de "una experiencia gratificante" y que "da mucha vida", comentaba Marisa Sánchez, una mujer que lleva 23 años acogiendo a niños saharauis. Mientras, para Said y Sara, dos jóvenes llegados desde los campamentos de refugiados, afirman que lo que más han disfrutado ha sido el poder bañarse y jugar en la piscina.