El sector energético no está siendo ajeno a las consecuencias económicas de la pandemia. La paralización de obras durante la primera parte del confinamiento y las prórrogas del estado de alarma están "ralentizando" las obras de las plantas fotovoltaicas en Extremadura. Según ha reconocido la consejera para la Transición Ecológica, Olga García, no se puede decir a día de hoy cuántas de las 11 plantas que hay en construcción en la región podrán ponerse en funcionamiento durante 2020.
Olga García ha hecho estas declaraciones durante la presentación del balance energético de Extremadura durante 2019. La generación de energía de la región prácticamente fue la misma que durante 2018 y sólo se incrementó un 0,23%. A pesar de que aumentó la producción de energía nuclear un 4,2% y casi el total de las energías renovables, Extremadura no pudo producir más energía eléctrica por la caída de más del 50% de la producción hidroeléctrica. La causa, ha apuntado la consejera, a que 2019 fue un año muy seco. Esto también produjo que la producción del conjunto de renovabñes en Extremadura bajara un 10,53%.
Por otro lado, la demanda de energía en Extremadura también bajó, concrétamente un 2,2%, por encima del descenso del 1,6% de la media nacional.