El pequeño comercio toca a rebato ante la última restricción que le imponen las autoridades sanitarias y la Junta de Extremadura. Comprenden que la situación epidemiológica por el coronavirus es grave, pero no comparten que siempre les corresponda a ellos pagar la factura y tampoco que no se les apoye con ayudas suficientes.
El cierre de sus negocios durante al menos una semana los ha vuelto a sacar hoy a la calle. La protesta más ruidosa ha tenido lugar en Badajoz, con una sonora cacerolada para la Administración regional y un caluroso aplauso para los comerciantes. La ha convocado la asociación de empresarios de la calle Menacho y adyacentes.
Protestan por una clausura que consideran "injusta", "desproporcionada" y que les "ata de pies y manos". Defienden que ellos no son la causa de los contagios y apuntan hacia otro comercio, el de las grandes superficies, que en su opinión no han cumplido con todas las medidas.
Mazazo para las rebajas
El momento en el que llega el cierre, cuando van a empezar las rebajas, supone también un mazazo para los pequeños comerciantes. Muchos de ellos ingresan en este período hasta una quinta parte de toda la facturación anual. Y este año, repiten, las rebajas no son para ganar dinero, sino para tratar de compensar las pérdidas tras tantos meses de pandemia.
Además critican la forma en la que les han impuesto el cierre, de un día para otro. "No nos lo acabamos de creer, cuando hemos cumplido con las medidas, cuando ya hay vigentes aforos limitados y en las tiendas pueden entrar 4 ó 5 personas. No somos focos de contagios", asegura Manuel Rodríguez, comerciante textil de la pacense calle Menacho.
Hoy viernes también ha habido acciones reivindicativas en Cáceres en la misma línea. Los empresarios de la calle Rodríguez Moñino han colocado carteles con el lema: 'El pequeño comercio no es culpable. Contagio 0'. Además han protestado con una presencia silenciosa y simbólica en la puerta de sus tiendas.