La primera semana de mayo ha estado marcada en el calendario para todos los amantes del queso. Durante 34 años se ha celebrado la Feria Internacional del Queso de Trujillo hasta que irrumpió la pandemia. No se podrá celebrar una nueva edición por segundo año consecutivo.
El sector quesero echa de menos exponer en esta feria, que es referente tanto en España como internacionalmente. Anhela poder volver a colocar sus quesos artesanos en los stands y que las doscientas mil personas que de media acuden cada año a Trujillo, los degusten y los compren. Así lo reconoce Mario Blasco, de Quesos del Casar, al manifestar que el turismo juega un papel fundamental en la venta de las queserías de Extremadura. "Lo que más nos duele a los queseros es que nos hayan quitado el turismo", ha asegurado a Canal Extremadura Radio Mario Blasco, que explica que el cierre de la comunidad supone una pérdida de clientes importante.
Juan Antonio Morán, de la quesería de Carbajo Morán Piris, fue uno de los ganadores de la última edición de la feria trujillana en 2019. Ha asegurado que 2020 fue un año duro, en el que se centraron en el desarrollo de la venta online. La venta por internet, manifiesta, tuvo gran aceptación entre sus clientes.
El sector espera que la situación mejore y que el año que viene sí se pueda celebrar la feria. En ella participan queserías extremeñas, las tres denominaciones de origen de la región y queserías de otras comunidades autónomas y de otros países. Cada año se invita a un país a exponer sus quesos más representativos.
