El 40.014 ha caído como agua de mayo en La Roca de la Sierra. Ha sido imposible contener la emoción. Todos los vecinos han salido a la calle a celebrar un segundo premio que sabe a oro con saltos, abrazos y lágrimas de alegría.
El número ha sido cantado a las 13.30 horas en el sexto alambre de la novena tabla. Era 'tan tarde' que ha cogido a muchos por sorpresa. Uno de ellos, Ignacio, que estaba en el campo cortando leña. Le ha llamado su mujer, Jenifer, que emocionada, abrazaba a su hija. "No me lo creo pero me lo creo, levo un año muy malo y esto es lo mejor que me podía pasar", ha explicado.
Hay quien compró el décimo por un pálpito, como Nemesio: "lo he soñado y le dije a mi hermana que fuera a por el 14". Otros, por azar: "lo compré antes de ayer porque me lo encargó mi hermano, y le dije a Noelia que me diera uno al azar y me dio este", explica Guadalupe.
La mayoría de los décimos han sido compartidos, ya sea con familia o con amigos. Ahora toca pensar en qué gastarán el premio: "deberíamos hacer un viaje entre llos que nos ha tocado", dice el grupo de amigos de Sergio. "Terminar de arreglar algunas cosas y vivir tranquila, como todos los días", sentencia Desi.
Vivir, eso sí, con la alegría de un segundo premio.