Ni un trayecto sin disgusto. El Alvia realizaba esta mañana su quinto trayecto comercial en la región con cuatro incidentes a sus espaldas. Y entre Mérida y Monfragüe, sumaba la quinta.
En este caso, la responsabilidad del incidente no es de la máquina ni de RENFE, sino de ADIF. La responsable de las infraestructuras ferroviarias del país confirmaba primero que se había producido una caída del fluido eléctrico en un tramo de la nueva vía de unos 30 kilómetros al norte de la estación de Cáceres. Finalmente, ADIF asegura que el problema no ha sido de falta de tensión eléctrica sino que tiene que ver con la señalización. El sistema de seguridad advertía de que en esa zona podía haber una "ocupación del circuito", es decir, de algún tipo de objeto que podía impedir la correcta circulación de la máquina.
Por precaución, el tren se veía obligado a reducir su marcha, llegando a circular a 30, 20 o 15 kilómetros por hora e incluso ha llegado a detenerse en varias ocasiones. Según la compañía, la avería quedó solucionada a las 10:15 sin encontrar finalmente ningún objeto en el tramo afectado. Finalmente, llegaba a Atocha con 71 minutos de retraso.
"Nadie nos explica nada, solo nos dicen que no funcionaba la señalización"
"Nadie nos explicaba nada, solo nos dicen que no funcionaba la señalización", explicaba una pasajera que ha llamado a Canal Extremadura para mostrar su indignación. "Yo tenía cita para el médico y ya no llego", lamentaba. La indignación entre los pasajeros crece día a día.
Un rosario de incidentes en poco más de dos días
Y es que la crónica del paso del Alvia por nuestra región no puede ser, de momento, más desafortunada. El martes, día de su estreno, el tren circuló por la vía convencional en lugar de por la nueva vía de alta velocidad por un error del centro de control del tráfico. El que regresaba por la tarde de Madrid sufría un retraso de casi media hora.
El segundo día no fue mejor. El tren que salía AYER a las 7:25 de la mañana de Badajoz debería haber llegado a las 11:45 a Atocha. Pero finalmente lo hizo justo una hora después. Según RENFE, por una "avería en la máquina" que llegó a dejar parado el tren durante unos minutos hasta que logró repararse.
A su vuelta a la región en sentido inverso, el Alvia llegó a Badajoz una hora y cuarto más tarde. En este caso, el problema fue de ADIF por "una avería de enclavamiento". Además, este tren ha circulado por la vía antigua, según informaba la compañía. A los viajeros se les informó de que el motivo de no poder acceder a la plataforma de la alta velocidad se debía a "comprobaciones en la vía".
A consecuencia de los numerosos incidentes y ante las protestas de la Junta de Extremadura, el presidente de Renfe, Isaías Táboas, cesaba ayer por la tarde al gerente de Producción de Servicios Comerciales de la línea de Extremadura.
Esta mañana, el subdelegado del Gobierno en Extremadura, Francisco Mendoza, se limitaba a asegurar que "cuando hay incidencias, se investigan", para apelar después a la "responsabilidad social de los medios de comunicación" a la hora de informar sobre estos incidentes.