Los desorbitados precios de la energía están poniendo al límite a muchos negocios extremeños. Se ven obligados a subir sus precios a los clientes, pero no siempre es suficiente para compensar el incremento de sus gastos. En Badajoz, la empresa 'Don Congelado' lleva más de dos décadas abierta y aseguran que nunca han tenido facturas tan elevadas. Pagan 200 euros más al mes pese a haber reducido su consumo. Tras cerrar la tienda, trasladan los productos de los congeladores de mil vatios a unos arcones cerrados "que consumen mucho menos y mantienen los productos igual", asegura el dueño del establecimiento, Paulino Parra.
Las empresas buscan formas de ahorrar
No poner el aire acondicionado y cambiar la iluminación de los locales son las formas con las que la barbería 'Ale Barber Shop' intenta aligerar el gasto energético a final de mes, pero no es suficiente. "Se paga el doble de factura, te lo tienes que quitar de tu casa", dice el propietario, Alejandro Fructuoso.
Otras empresas, como las de hostelería, también ven como su consumo energético está devorando el margen de beneficios de sus negocios. "Tenemos que estudiar otra vez las cartas, volver a subir los precios, es que no nos queda otra", lamenta José Luis Mateos, de 'Zeris Coffee'. Porque, dependiendo del sector, no siempre se puede reducir el consumo eléctrico. Es el caso de las imprentas, si quieren seguir produciendo, su maquinaria no puede parar. "Hemos tenido que subir los precios puesto que a nosotros nos los han subido, pero no se llega porque la luz ha subido tantísimo que hay mucho más gasto y no compensa", argumenta la responsable de la tienda, Toni López.
Una situación en la que es muy difícil mantener un equilibrio entre los gastos y los ingresos y que está haciendo a muchos empresarios replantearse el cierre de sus negocios.
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