Juan Carlos Rodríguez Ibarra
Juan Carlos Rodríguez Ibarra es uno de los pocos extremeños que pudo vivir en primera persona el golpe de estado fallido del 23-F. 40 años después de aquella fecha clave en nuestra historia democrática, Pedro Fernández entrevista en 'Primera Hora' al expresidente de la Junta.
El 23 de febrero de 1981 se votaba por segunda vez la elección de Leopoldo Calvo Sotelo como nuevo presidente del Gobierno tras la dimisión de Adolfo Suárez, pero aquella sesión en el Congreso se recordaría por un hecho bien diferente.
Entre los 12 diputados extremeños presentes en el hemiciclo estaba Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Aunque su voto no era decisivo, viajó a media mañana desde Badajoz a pesar de que se encontraba convaleciente. Esa decisión le llevó a vivir un hecho que prometía "cambiar la historia de España o afianzar la democracia".
La visión del golpe no ha cambiado mucho desde entonces para Rodríguez Ibarra. "La idea de Armada, Milans y el resto de militares tenía como misión un gobierno presidido por un militar", recuerda, "y para que los políticos lo aceptásemos primero tenían que asustarnos". En una situación extrema, los cabecillas aparecerían para actuar contra Tejero y 'salvar' a los diputados, justificando así su llegada posterior al poder. El primer error que cometieron, apunta Ibarra, fue "que se equivocaron de hombre" porque el comportamiento de Tejero fue soez y agresivo con los parlamentarios.
Pero aquel golpe fallido no frenó las algaradas golpistas. "La noche antes de la victoria del Partido Socialista el CESID descubrió y paró un golpe de Estado que iban a dar dos coroneles con el apoyo de otros muchos, y cuando se celebró la Fiesta Nacional en el año 84 o 85, en Zaragoza, tenían pensado volar la tribuna donde estaba toda la Familia Real y el Gobierno de España", recuerda Ibarra.
"Sigo vivo por el Rey Juan Carlos"
Lo que sí recuerda con claridad es que "durante dos o tres horas tuve claro que iba a morir", y que "si salí vivo de allí es gracias al Rey". Y aunque "alguna nube puede a veces tapar el sol", los errores recientes cometidos por el Rey no pueden borrar, a su juicio, su labor a favor de la democracia y especialmente en capítulos históricos como el 23-F.
Por eso, lamenta la ausencia del Rey en el 40 aniversario de aquel golpe fallido y, por razones muy diferentes, también la de grupos independentistas que tampoco estarán presentes en el Congreso de los Diputados: "Si no quieren celebrar el éxito de la democracia frente al golpe, deduzco que hubieran preferido celebrar el éxito del golpe frente a la democracia. Viendo el comportamiento de alguno de ellos, es lógico".
Desencanto político
El ambiente en aquel 23-F era de desencanto generalizado en la población por la crisis social y económica. Una crisis también presente hoy en España. "La extrema derecha sigue teniendo presencia en España, en Europa y en el mundo, y sigue habiendo una izquierda que piensa que por oponerse a la izquierda gobernante son aún más de izquierdas", explica Ibarra.
Aún con ello, el expresidente de la Junta defiendo que "nuestra democracia es plena" porque tiene sistemas que funcionan, pero advierte que "las instituciones no funcionan solas, las hacen funcionar los ciudadanos". Por eso pide a los responsables de esas instituciones que estén a la altura de la democracia: "No falla la democracia, fallamos los demócratas -concluye-, estamos hechos unos forofos que seguimos votando a quien nos gusta independientemente de lo que esté haciendo".