La situación del campo es crítica. Sin paliativos. Agricultores y ganaderos siguen lanzando un SOS ante los problemas con los que se están encontrando sus explotaciones, agravados por el intenso calor y la falta de agua.
Este jueves se reúnen las organizaciones agrarias con la Consejera de Agricultura de la Junta de Extremadura. Sobre la mesa de ese encuentro, entre otras cuestiones, está la última medida impulsada por el Gobierno. Se trata, aseguran desde el Ejecutivo, de la mayor reducción de bases imponibles agrícolas y ganaderas del sistema de módulos de la última década, con efectos sobre la Renta de 2022. Una rebaja del 25% sobre el IRPF, que alcanza el 50% en algunos subsectores. También contempla ayudas a la compra del gasóleo agrícola y fertilizantes. Pretende beneficiar a unos 828.000 agricultores y ganaderos de todo el país.
Unas medidas que las organizaciones agrarias consideran insuficiente. Las tres OPAs presentes en el Consejo Asesor Agrario de Extremadura han estado esta mañana en el informativo matinal de Canal Extremadura Tv.
Desde APAG Extremadura ASAJA, su presidente, Juan Metidieri, asegura que esta rebaja fiscal "es insuficiente e incierta". Remarca, además, que los coeficientes que se les van a aplicar a agricultores y ganaderos son los mismos que en 2021. "Se continúa tomando el pelo al agricultor", ha sentenciado Metidieri.
Por su parte, en UPA-UCE creen que esta medida, como primer paso, es importante, porque se implementa para este año y porque impide que el agricultor tenga que asumir una parte del pago al IRPF. Eso sí, para Ignacio Huertas, su Secretario General, es necesario un plan de choque contra la sequía que vaya más allá.
El último en valorar el anuncio del Gobierno ha sido Luis Cortés, de La Unión. En sintonía con lo comentado por Juan Metidieri, Cortés sentencia que la medida que presentaba el ministro Luis Planas "es falsa" y amenaza con volver a la calle si todas las medidas que se propongan por parte del Ejecutivo van en esta línea.
Desde la Junta de Extremadura, tanto su portavoz, como la Consejera de Agricultura, anunciaron esta semana que están abiertos a complementar todas las ayudas directas que vengan del Gobierno.
¿Qué proponen las organizaciones agrarias para paliar los problemas causados por la sequía?
Para la reunión del Consejo asesor Agrario y para solucionar la gravedad de la sequía actual, las organizaciones agrarias coinciden en tener una hoja de ruta. De este modo, desde UPA-UCE, por ejemplo, proponen medidas como ayudas directas, préstamos bonificados, el adelanto del 90% de las ayudas de la PAC o la flexibilización de las condiciones para esa PAC. Ignacio Huertas también considera necesario poner en marcha medidas que optimicen la gestión del agua, como adecuar cauces de los ríos y pantanos para recoger toda el agua que caiga o modernizar el regadío para evitar derroches.
Desde la Unión coinciden en flexibilizar las condiciones de la PAC y, además, piden al Ministerio que rebaje las medidas fiscales y que, junto a las comunidades, pongan en marcha ayudas de Estado, de hasta 25.000 euros, que lleguen directamente a las explotaciones. Descartan la implementación de préstamos baratos porque, aseguran, el agricultor no puede pagarlos. Son algunas de las 55 medidas que han contabilizado para paliar la situación y que se dirigen a cada una de las administraciones competentes: la Unión Europea, el Gobierno de España y la Junta de Extremadura.
Por su parte, APAG Extremadura ASAJA considera fundamental que se exonere a los agricultores y ganaderos del pago de la cuota de la Seguridad Social hasta que mejore esta situación tan extrema.
Propuestas para paliar la sequía
La sequía sigue siendo el principal de los problemas a los que se enfrenta el campo. Es cierto que los regantes tienen un 52% más de agua que en la campaña pasada, pero bastante menos que en años normales.
Una situación que deja cifras como las que se registran en el Canal de Orellana, donde ya han realizado dos riegos de emergencia, antes de que comience, de manera oficial, la campaña. Juan Metidieri añade, además, que sólo se ha podido sembrar el 60% de la superficie en esta zona, y piden que se compense ese 40% de pérdidas con medidas reales.
"Imagina que cualquier trabajador, durante dos años (que es lo que llevan sin regar) recibe un 40% menos de su sueldo", ha indicado Ignacio Huertas. Desde UPA-UCE también piden medidas rápidas y urgentes que vayan encaminadas a que las explotaciones sigan adelante, porque, alertan, esta situación "puede afectar a la sociedad desde el punto de vista de la producción de alimentos y de nuestra soberanía alimentaria en Europa".
Desde La Unión quieren dar un margen a las administraciones para ver qué medidas toman. No están de acuerdo, eso sí, que la Consejera, Begoña García Bernal, haya ido a una Mesa de la Sequía sin haber convocado antes al Consejo Asesor Agrario. Ponen en el foco la ampliación del regadío. "Seguimos ampliando la superficie de regadío cuando no hay agua. En Extremadura hay 120.000 hectáreas de riego por inundación, y tenemos unas pérdidas de agua del 20-30%. No se pueden permitir esas pérdidas en una región que lleva dos años sin poder regar. No podemos estar gastando 10-12 mil metros cúbicos por hectárea cuando no hay ni 1.500 para regar unos cultivos permanentes", ha denunciado.
Luis Cortés ha ido más allá y ha afirmado que, si no fructifica la negociación con las administraciones, volverán a salir a la calle. "Este año afecta a todos los sectores, en ganadería, por ejemplo, mantener una cabaña ganadera de aquí a noviembre cuesta más que la propia cabaña", ha continuado.
Ejemplos reales en el campo
Pero lejos de la mesa de negociación entre organizaciones e instituciones, el campo sigue ahogándose. Uno de los ejemplos lo vemos en la zona de la Campiña Sur. En la Cooperativa AgroLlerena calculan que han perdido el 100% de la cosecha del cereal y que los cultivos proteicos también están a punto de desaparecer. Su tesorero, Cándido Méndez, afirma también que el olivar podría echarse a perder por el calor.
Denuncian que los seguros agrarios no cubren los problemas de la sequía, porque la mayoría sólo abarca el pedrisco e incendio. Los seguros de sequía no compensan hacerlos al agricultor, dicen, porque los rendimientos que generan por hectáreas no hacen que les compense.
Cándido considera necesarias las ayudas directas para que el próximo año puedan seguir produciendo alimentos. Si la situación sigue así, afirma, "no sabemos quién podrá aguantar". Algunos, asegura, están vendiendo el ganado.
Situación parecida viven en Miajadas, donde también siguen mirando al cielo en busca de agua. En esta zona del Canal de Orellana ya han sido necesarios dos riegos de emergencia y este jueves riegan también para que nazca el maíz y el arroz.
Uno de sus agricultores, Juan Félix Soto, nos cuenta que ha sembrado 12 hectáreas de maíz, la mitad que otros años. En la cooperativa de Miajadas calculan, incluso, que sólo se ha sembrado un cuarto de lo que se hace en una campaña normal.
Además del problema del agua, afirma Juan Félix, esta campaña se han disparado los precios de fertilizantes, fitosanitarios, energía, semillas. En algunos casos por dos o por tres. "Podemos encontrarnos que no ganemos nada", lamenta.
Es la situación de un campo que vive ahogado y en situación de crisis. Una crisis que azota desde diferentes frentes.