El pasado 16 de febrero se retomó el programa del termalismo social en la región. Tras dos años de parón por la pandemia, ha regresado con fuerza; de hecho, ya hay balnearios que durante estos días rozan el lleno.
Hemos visitado el balneario de El Raposo, que roza el 90% de ocupación, para conocer las terapias que les esperan a los clientes. Por ejemplo, la técnica de barro con pinceladas. Un lodo compuesto de calcio que aporta beneficios medicinales, especialmente indicado para personas con problemas en la piel y circulatorio.
El paquete de termalismo social incluye 11 noches en pensión completa y varias actividades termales como esta piscina que ayuda a mejorar la movilidad de los usuarios.
Una de sus usuarias nos cuenta cómo entran en la piscina con unos chorros y al segundo día ya nota la mejora. "Incluso duermo mucho mejor", asegura.
Ignacio Cortés, es el director general del balneario. Nos comenta que existe una alta demanda "porque generamos un gran valor añadido a nuestros termalistas. Mejoran muchísimo el estado de saludo de las personas, y eso conlleva también a favorecer una reducción del gasto farmacéutico".