En un contexto de cambio climático, la sequía no sólo afecta a las personas y a los núcleos urbanos, sino también a la agricultura y la ganadería. En el campo lo saben y por eso trabajan para adaptarse a las nuevas condiciones.
Un ejemplo de ello es el proyecto internacional FIGGEN, que trata de buscar las variedades de higos que mejor resisten el calor y necesitan menos agua. El objetivo es poder hacer más sostenible este cultivo y asegurar la producción en el futuro.
En el estudio participa el centro científico y tecnológico CICYTEX, que la Junta de Extremadura tiene en la finca de 'La Orden'. Junto a él, investigadores también de Italia, Túnez y Turquía, la mayor productora mundial de higos.
Ensayos y análisis del ADN
El proyecto FIGGEN lleva dos años analizando 270 variedades de higueras de todo el mundo. De ellas, 52 han pasado por el laboratorio del CICYTEX, bajo la coordinación de Margarita López Corrales, responsable del área de Fruticultura Mediterránea.
En concreto, los investigadores se han centrado en dos parámetros: las necesidades hídricas y la salinidad. Para ello han realizado ensayos con higueras en maceta, y han sometido a las plantas a situaciones de estrés de falta de agua y de exceso de sal. La salinidad es un efecto que se produce por la degradación del suelo durante las sequías.
Los resultados definitivos del estudio se conocerán en marzo de 2024
La segunda parte del proyecto se ha ocupado de la identificación genética de cada una de las variedades que se han plantado, a fin de comprobar cuál o cuáles de ellas se comportan mejor a ese estrés y, por tanto, resisten mejor la sequía y la salinidad.
Los datos obtenidos se han enviado ya a la Universidad de Pisa, que ahora cotejará todas las muestras y ofrecerá los resultados definitivos en marzo de 2024.
La variedad calabacita
La calabacita es la variedad más extendida en Extremadura y una de las analizadas en el estudio. Tradicionalmente su cultivo ha sido en secano, pero desde 2015 se siembra también en regadío en nuestra región. De ahí la importancia de lo que diga el estudio sobre ella.
La investigación permitirá la introducción en nuestra comunidad de nuevas variedades, pero también servirá para mejorar el cultivo de la calabacita. Esto podría suponer quintuplicar el número de árboles por hectárea, la producción y obtener frutos de mayor calibre, además de aptos para los mercados de higos frescos, unos mercados de expansión para Extremadura.
Extremadura es líder en España con casi un tercio de la producción nacional de higos
Por eso las conclusiones del estudio también se transferirán a agricultores y productores, de manera que puedan elegir variedades más beneficiosas para sus explotaciones, cooperativas y empresas.
En la actualidad Extremadura es líder en la producción de higos en España. Nuestra región recoge anualmente unas 8.200 toneladas de este fruto, casi un tercio del total nacional.