La emigración de miles de extremeños al País Vasco quiso que algunos de ellos pudieran conocer de cerca al joven concejal del PP, Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA en 1997. Murió al recibir varios disparos y tras 48 horas de ultimátum de los terroristas. Hoy, 25 años después, su recuerdo permanece vivo. La emoción embarga aún a quienes lo conocieron. Su muerte supuso un antes y un después en la lucha contra el terrorismo. Nació el "espíritu de Ermua".
Visitas a Reina
Miguel Ángel Blanco visitaba con frecuencia, cada verano, el municipio pacense de Reina. Su entonces novia descendía de la localidad y, como muchos emigrantes, pasaba sus vacaciones estivales en la región. Además, el actual alcalde del municipio, Francisco González, vivía entonces en Ermua. Recuerda con enorme tristeza lo que ocurrió en aquellos días de julio de 1997
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