En la lucha contra el cambio climático, es fundamental medir la evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero, tanto por territorios como por habitante. Una cuestión que admite muchos matices.
Si comparamos por regiones, Extremadura es la decimocuarta que menos emite, sólo por delante de Cantabria, Navarra y La Rioja. Sin embargo, si lo vemos per cápita, supera a comunidades como Valencia, Cataluña o Madrid. Eloy Sanz, revisor del Panel Intergubernamental Contra el Cambio Climático IPCC y profesor de Ingeniería Química en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, explica que Extremadura emite entre 4 y 6 kg de Co2 por habitante y año, "lo que la sitúa entre las que menos emiten, pero sin llegar al rango inferior debido, entre otras causas, al peso de la agroindustria".
Emisiones por producir para los territorios más poblados
Es evidente que a igual contaminación, cuanto mayor sea el número de habitantes, menor será la emisión per cápita. Pero, con este enfoque, se obvian las emisiones que se generan en los territorios menos poblados para abastecer a los que tienen más habitantes.
El caso más extremo es Madrid. El experto del IPCC recuerda que Madrid "apenas produce el 5 por ciento de la energía que consume e importa la mayor parte de la carne y frutas y verdudas que consume" algo que no se refleja en las emisiones per cápita.
Por ello, combatir el cambio climático es una tarea que requiere de la participación de todos, con independencia de donde vivamos. Aunque es cierto que cuanto más concentrada está la población menos emite, ya que los desplazamientos son más cortos y el uso de la energía (la calefacción y el uso de los ascensores, por ejemplo) es más eficiente.
