Extremadura y Castilla-La Mancha están de acuerdo en agilizar el tren de alta velocidad. Es una de las conclusiones de la cumbre celebrada hasta hace menos de una hora en Toledo. Reunión que llega tras el cruce de acusaciones sobre el "retraso" acumulado por el trazado del AVE en la capital toledana. También han hablado sobre la futura autovía A-43 de Extremadura a Levante.
Por primera vez, ambas regiones se han sentado cara a cara para hablar de los escollos pendientes para que, de una vez, la alta velocidad hasta Madrid pueda ser realidad en 2030.
El principal escollo para el trazado del AVE desde Extremadura a Madrid está entre Toledo y Talavera de la Reina, pendiente de una declaración de impacto ambiental para la que, si no hay acuerdo, será el Ministerio de Fomento el que tome la decisión.
Desde la región, la plataforma de empresarios Sudoeste Ibérico en Red reclaman la necesidad de que estas obras avancen. Su portavoz, Antonio García Salas, señala al Gobierno de España como el principal responsable de los retrasos en los proyectos. Critica la gestión del ejecutivo por no cumplir en los plazos establecidos y por la falta de respuesta a las alegaciones presentadas por diferentes entidades.
En una entrevista en el programa informativo matinal de Canal Extremadura, 'Ahora Extremadura', García Salas considera evidente una falta de coordinación y compromiso que afecta directamente a las conexiones ferroviarias y por carretera que son esenciales para el desarrollo y bienestar de nuestra comunidad.
Situación que se acentúa, en un contexto en el que, además, Europa insta a España y Portugal a cumplir con los compromisos previamente adquiridos en relación con la Red Europea de Transporte. La urgencia se acentúa con la necesidad de cerrar la revisión de esta red antes de los actos programados en Bruselas del 2 al 5 de abril, donde se espera anunciar un nuevo plan de trabajo que marque el camino hacia el 2030.
García Salas subraya la importancia de resolver estos asuntos con la máxima celeridad, no sólo por las implicaciones para la región, sino también por los compromisos internacionales que están en juego. Además, destaca la disposición al diálogo y al acuerdo por parte de los responsables de ambas comunidades autónomas.
Autovía A-43: otro de los puntos claves en la reunión entre Extremadura y Castilla-La Mancha
Otro punto de debate ha sido la carretera N-430, la tercera vía con mayor siniestralidad vial del país. Extremadura considera imprescindible un frente común con Castilla-La Mancha para su conversión, tras años de espera, en la futura autovía a-43 que uniría Extremadura con el Levante y superar las discrepancias en su trazado entre ambas regiones.
Saturnino Alcázar, portavoz de la plataforma de la Nacional 430 y alcalde de Herrera del Duque, hace un llamamiento urgente para la mejora de esta carretera. Subraya la necesidad crítica de avanzar en los proyectos ya iniciados para la conversión de esta nacional en autovía, atendiendo a los alarmantes índices de accidentes mortales registrados en años anteriores.
Según el Ministerio de Transportes, la licitación de los proyectos para la conversión en autovía de un tramo entre Torrefresneda y Santa Amalia y el estudio informativo para el tramo hasta Ciudad Real están en curso. En relación a esto, Saturnino Alcázar anticipa que una de las empresas encargadas de la redacción del estudio informativo tiene como fecha de entrega prevista en mayo.
El alcalde reconoce la complejidad del proceso, especialmente en lo referente a la tramitación ambiental: "Todos sabemos lo que es una tramitación ambiental, hay información pública y tendrá que haber las alegaciones, resolución de las alegaciones y los distintos informes favorables de impacto ambiental". Aun así, insiste en la urgencia: "no hay ni un día más que perder".
De momento, la plataforma de la Nacional 430 ha parado las movilizaciones, después de que el Gobierno atendiera compromisos asumidos con la comunidad tras los confinamientos de 2020, pero no descartan retomar las acciones en caso de estancamiento del proyecto. Remarcan, además, la importancia de la infraestructura, no sólo para la seguridad, sino también para el desarrollo económico de Extremadura.