La atención política estaba este jueves centrada en el Senado. Allí, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, se ha pronunciado sobre la amnistía a los independentistas condenados que podría aprobar el Gobierno.
Aragonès ha afirmado que la amnistía "es el punto de partida de un camino que tiene un destino: que la ciudadanía de Cataluña vote en un referéndum sobre su futuro político, que vote sobre la independencia".
En esta sesión en el Senado estaba también la presidenta de la Junta de Extremadura, quien ha vuelto a rechazar la amnistía. María Guardiola ha dicho que todas las regiones pagarán el peaje al independentismo, y que trabajarán para reconstruir lo que el Gobierno va a romper, si finalmente negocia la investidura a cambio de ese perdón.
"El precio a pagar es inédito en nuestro país, y no tendría precedentes en Europa", ha aseverado Guardiola.
La presidenta extremeña ha lamentado que mientras el Gobierno de Pedro Sánchez "negocia privilegio al independentismo", todavía "hay regiones como Extremadura que son ignoradas y que no son escuchadas".
En ese sentido, Guardiola ha reafirmado que Extremadura no quiere "la caridad" del Estado. "Yo lo único que quiero es una herramienta digna y constitucional como es la solidaridad del Estado, la solidaridad entre las regiones", por lo que ha insistido en que no quiere "migajas" ni "condescendencia".