Un equipo de esta casa acompaña a lo largo de la cuenca del Tajo, a un equipo especializado en el Siluro, una especie invasora que pone en jaque a las especies autóctonas de la región, con un objetivo, evitar su dispersión, que se mueva a otros sitios, señala la bióloga de GPEX, Paloma Moreno.
Por eso, el investigador portugués Filipe Vidas realiza trabajos de campo en diferentes tramos del Tajo, desde Lisboa hasta su paso por Extremadura: "Se capturan siluros con diferentes técnicas para saber cuál es la más efectiva si en un futuro hubiera que usarla para reducir el número de siluros".
Aprovechan para realizar análisis de cada ejemplar capturado. En su proyecto está acompañado de pescadores de República Checa, especialistas en la captura del siluro, de donde es originario este pez. Los primeros que se vieron en la región fueron en 2005. Desde entonces su presencia ha crecido exponencialmente.