Con la campaña de la aceituna a punto de comenzar en Extremadura, la preocupación crece entre los agricultores debido a las altas temperaturas que se están registrando, un factor que podría afectar negativamente a la producción. La organización agraria Apag Extremadura Asaja ha advertido que las olas de calor están dañando gravemente las 220.000 hectáreas de cultivo de secano en la región, especialmente en las zonas de tierras más frágiles.
Juan Metidieri, presidente de la organización, ha señalado que la situación es crítica y que la estimación de la cosecha podría reducirse aún más si las temperaturas extremas persisten: "Está afectando fuertemente a esas 220.000 hectáreas de secano, y dentro de ellas, las zonas de tierras más flojas. Se está quedando muy mermada esa aceituna y posiblemente se vea reducida aún más esta estimación de continuar la ola de calor", ha asegurado Metidieri.
Sin embargo, a pie de campo, algunos agricultores mantienen una actitud más optimista, recordando que las lluvias de los últimos meses han favorecido el desarrollo del cultivo. Antonio Prieto, de UPA-UCE Extremadura, ha afirmado que el olivo tiene una buena resistencia a las altas temperaturas: "En general, el olivo aguanta bien las altas temperaturas, y desde luego con el aporte de agua que ha habido durante la primavera creemos que va a ser una campaña mejor que la del año pasado".
Precios y mano de obra
Tanto Apag como los agricultores esperan que los precios del aceite de oliva se mantengan estables y accesibles para los consumidores, entre los seis y siete euros por litro. Metidieri ha explicado que las condiciones actuales deberían permitir que los precios se mantengan en la misma línea que en la pasada campaña, y Antonio Prieto que estos precios deberían mantenerse siempre que no haya movimientos especulativos en el mercado.
Otro de los grandes desafíos que enfrenta esta campaña es la falta de mano de obra, un problema recurrente en el sector agrícola que, combinado con el calor extremo, complica aún más las perspectivas para la recolección. Además, Apag Extremadura Asaja vaticina una reducción significativa en la producción: un 45% menos en la aceituna de mesa y un 40% menos en la destinada a almazara. Ante esta escasez, se espera que el precio del aceite no baje el próximo año.
Finalmente, la organización agraria alerta sobre el aumento del riesgo de robos en el campo debido a la menor oferta y los altos precios previstos. Para combatir este problema, se implementará un nuevo documento de trazabilidad que busca dificultar la venta de aceitunas robadas, ya que sin dicho documento no se podrá justificar el origen de las cosechas. Metidieri confía en que esta medida ayude a reducir los hurtos en las explotaciones olivareras de la región.