Extremadura es escenario inmejorable de caza. Casi tres millones y medio de hectáreas están dedicadas a esta actividad cinegética; lo que representa el 83 por ciento de la superficie total de nuestra región.
La caza es además un destacado motor económico. Según los datos que maneja la Junta de Extremadura y la Federación Extremeña de Caza, este sector mueve, al año, entre 345 y 390 millones de euros, genera unos 90.000 jornales directos y se acompaña de una importante industria alrededor.
Tal y como explica el presidente de la Federación, José María Gallardo, "sólo en Extremadura hay más de 200 empresas ligadas exclusivamente a la actividad cinegética".
"Sólo en Extremadura hay más de 200 empresas ligadas exclusivamente a la actividad cinegética"
Pero no sólo eso, sino que además la caza se está convirtiendo ya en reclamo turístico internacional. En este sentido, Gallardo dice que "a la región vienen cazadores de todo el mundo para cazar especies emblemáticas como la perdiz roja o el macho montés en Gredos".
Fija población
Y una actividad que también fija población al territorio, porque dinamiza los pueblos y crea empleo. Es el caso de Quintana de la Serena, donde su alcalde, Raimundo Dávila, afirma que "existen varias empresas cinegéticas de caza menor y mayor, nueve realeros, armería o campo de tiro (...) que supone un importante ingreso económico para la localidad".
"Supone un importante ingreso económico para la localidad"
Algo que conocen bien en la Administración, que recibe al año cerca de seis millones de euros entre impuestos y tasas. Por eso, trabaja ahora en profesionalizar el sector privado, dar mayor protagonismo al uso de los cotos sociales y fomentar los valores naturales en los terrenos públicos. Se quiere alcanzar así, según el director general de Política Forestal, Pedro Muñoz, el doble objetivo de promocionar el turismo y fijar la población al medio rural.