Los melones y las sandías son otras víctimas de la sequía. Este año muchos agricultores no los han plantado por las restricciones de agua. Y cuando hay escasez, los precios se disparan. Como está ocurriendo este verano con las dos frutas más refrescantes de la temporada, que están por las nubes. Este verano el kilo de la sandía en los supermercados ronda el euro y medio y el del melón incluso llega a los 2 euros
Están más caros que nunca. Una subida que los profesionales atribuyen a la combinación de dos factores: "el aumento de los costes de producción y una cosecha escasa que no cubre la demanda", según Pedro Guerrero, de Fruguer, central hortofrutícola de La Garrovilla. Hay poca producción porque "no se han plantado por miedo a la sequía". En su caso, de las 30 hectáreas destinadas a la sandía el año pasado, sólo ha plantado tres de variedades tardías
Tampoco Antonio González se presentará este año al concurso a la mayor sandía que se celebra en Villanueva de La Serena. Un certamen que ha ganado en varias ocasiones este veterano horticultor. La razón, la misma. Hay poca agua y mucha incertidumbre.